Reflexiones sobre el primer fascículo del Cuadernillo de Educación Sexual Integral (ESI) con perspectiva de edad, elaborado por la Secretaria de Bienestar Integral del Ministerio de Salud de CABA
Diciembre 22 del año 2022
“La conciencia siempre es fuerza
La gente está en busca de palabras,
y nombrar es un ejercicio de poder”
Rita Segato
Posicionamiento ético-político de ADISAC
La Gerencia Operativa de Formación Integral, de la Dirección General Políticas Asistenciales para Personas Mayores, Secretaría de Bienestar Integral del Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tomó la iniciativa de elaborar y difundir el primer fascículo del cuadernillo Educación Sexual Integralcon perspectiva de edad.
Si bien no queda definido con claridad qué entiende por perspectiva de edad quien realiza la propuesta de este trabajo, el mismo reúne aportes de personas de amplia trayectoria en el campo gerontológico de nuestro país, quienes ponderan la importancia de la sexualidad de las personas mayores en el marco de los DDHH.
No resulta descabellado inferir que los materiales colectados pueden bien erigirse al modo de herramientas valiosas para trabajar la temática aludida, en contextos ampliados y comunitarios. Entre dichas contribuciones, se destacan propuestas de integrantes del movimiento feminista. También se reconoce que este movimiento, que en gran medida basa sus reclamos en temas vinculados a derechos sexuales y reproductivos, no contempla centralmente muchos problemas que atraviesan las mujeres viejas.
El Cuadernillo, al cual puede accederse completando un Formulario, propone extender los alcances de la Ley de Educación de Salud Integral, normativa bajo la órbita del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología pensada para la trayectoria educativa desde nivel inicial hasta terciario, hacia el colectivo de las personas mayores.
De la lectura del Documento se detecta cierta expectativa de que dicha estrategia podría poner en jaque a muchos de los mitos y prejuicios operantes en el campo de la Educación de Salud Integral.
Desde nuestra Postura Geroactivista del Sur, intentamos desbrozar los fundamentos empleados y las probables líneas de acción que se desprenden de la iniciativa encarada por la Secretaría de Bienestar Integral del Ministerio de Salud de la CABA.
Hemos venido haciendo observaciones sobre la necesidad de alentar acciones de integración sociosanitaria desde dicha Secretaría surgida para incorporar al ámbito del Ministerio de Salud de la CABA, una serie de prestaciones y servicios gerontológicos que, con antelación, pertenecían a la órbita de las Áreas Sociales de la CABA.
Dicho cambio de dependencia, desde el cual se aspira a combatir el edadismo presente en el campo de la sexualidad de las personas mayores, tuvo que ver -a nuestro entender- con la necesidad de generar nuevos abordajes para la atención de las personas mayores, en concordancia con una serie de documentos de la OMS en la materia. A lo que se sumaron los serios problemas suscitados en nuestro país en todas las instituciones que tuvieron que enfrentar los efectos de la Epidemia de Covid.
La primera reflexión que nos surge tiene que ver con la pregunta sobre la segmentación de los problemas que originaron este material. Creemos que dicho interrogante giró en torno a la necesidad de abordar algunas herramientas a la mano desde un encuadre educativo vigente a la fecha a través de la extensión de la ESI. En otros términos, desde la oferta de las actuales líneas de abordaje de la sexualidad en otras edades se busca con su extrapolación trabajar con los problemas que viven las personas mayores en el campo de su sexualidad. Además, adolece de cierta fragmentación en su conceptualización, debido a que se parte de una especie de arborización de una oferta programática precedente para resolver problemas registrados en este colectivo. Esta situación se torna bastante frecuente en las instituciones, no solo de la salud o de la educación, sino en cada oportunidad en la que ubican las ofertas en vigencia por sobre el análisis de los problemas de las personas afectadas por los mismos (Matus, 2007).
Debemos recordar que, desde hace varios decenios, en el ambiente gerontológico, se viene trabajando sobre los mitos y los prejuicios en la Tercera Edad desde encuadres educativos y en todos los programas de formación de los profesionales de este campo para ser llevados al ambiente comunitario. Pese a ello puede inferirse que no se registraron cambios favorables en esta materia. Es decir, se reitera una visión parcial y elementalista del problema lo cual deviene en intervenciones del mismo cuño.
La institución que la auspicia sigue en ausencia de una mirada integradora sociosanitaria, sobre la urgencia de preguntarse, desde otro lugar y de modo colectivo, sobre la génesis de los problemas atravesados por la población mayor. Dicho de otra manera, es difícil abordar los estereotipos, mitos y prejuicios obrantes en el campo de la sexualidad de este grupo etario sin reconocer que ocurren en el seno de una sociedad con una desigualdad social exponencial.
A nuestro entender se requiere de un diagnóstico situacional y estratégico que debe incluir variables referidas a cuestiones de la Seguridad Social Ampliada.Por ello hay que sumar los datos sobre el peso e influencia en este tema, de una enorme cantidad de aspectos deficitarios del proceso salud-enfermedad-atención-cuidados, de la Previsión Social que hoy troca el derecho al haber jubilatorio en un subsidio conferido muy por detrás del costo de vida y por la gracia del gobernante de turno, del trabajo precarizado y domiciliario invisibilizado de las mujeres dentro de sus domicilios al cuidado de sus mayores, de las ofertas educativas aisladas de la realidades padecidas por la mayoría de la población mayor y de una cultura capilarizada por el edadismo no solo en el campo de la sexualidad.
La discriminación evidenciada en el campo de la sexualidad de las personas mayores constela con otras graves discriminaciones sufridas por este colectivo; por ello, no puede tener un manejo aislado, ya que son interdependientes. En ese sentido también falta colectar, voces de otras personas mayores que están solapadas o no reconocidas dentro de las expuestas en el documento.
Viene a cuento recordar en este posicionamiento que, en ocasión del Primer Encuentro de Voces Geroactivistas del Sur, llevado a cabo los días 11 y 12 de noviembre del año en curso, la ESI fue uno de los ejes esbozados para una agenda de trabajo Geroactivista. En dicha ocasión señalamos: "Es imperiosa la necesidad de diseñar abordajes que pongan de relieve el buen trato a las personas mayores, en consonancia con la Educación Sexual Integral (ESI) orientados a todos los niveles educativos. A ello debe agregarse la modificación imprescindible de los diseños curriculares de grado y posgrado en todas las carreras que tengan competencia con esta materia."
Hoy podemos concluir que deben trabajarse propuestas educativas y dialógicas, de modo coordinado con diversas iniciativas en otros campos, a nivel de la población en su conjunto, con la finalidad de abordar las distintas formas de discriminación sufridas por este colectivo etario, desde una estrategia de prevención inespecífica frente a estos flagelos.
Inspirados por el texto "Lo que nos une: Cómo vivir juntos a partir de un reconocimiento positivo de la diferencia" de François Dubet (2019) pensamos que "hay que aprender a construir un tercero, a través de un conjunto de representaciones, principios y mecanismos comunes a quienes son discriminados y a quienes no lo son. Hay que tratar de construir, con paciencia y desde abajo, algo que parezca una sociedad. Un tercero en común, más eficaz que las dramaturgias en las cuales la mayoría no reconoce su vida."
ADISAC
Colectivo Gerontológico
lo ideal aunque dificil sobre un tema tan importante seria hacer breve lo tan largo, los mayores acceden facil a lo corto.-
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