Cartografías gerontológicas
¿Por qué y para qué?
Apenas al comienzo de este escrito y teniendo como fondo los sonidos de un ajuste estructural en la economía, vaya un agradecimiento enorme al compañero Toribio Navarro, dirigente y dirigido de jubilados y jubiladas de la Provincia del Chaco, por sus imprescindibles aportes, sin los cuales, no existiría un tan importante acervo comunitario, para avanzar con las cartografías gerontológicas.
¿Qué son las cartografías gerontológicas?
La Escuela de Salud Pública de Brasil (ENSP) interpreta el concepto de cartografía como una herramienta fundamental para la planificación, ejecución y evaluación de las políticas públicas de salud. Por ejemplo, una cartografía puede utilizarse para identificar las áreas con mayores desigualdades en salud, lo que puede ayudar a los responsables de la formulación de políticas a desarrollar intervenciones específicas para abordar estas desigualdades:
Puede ser entendida como una práctica social que implica la elaboración de significados compartidos entre diferentes actores. Estos actores pueden ser profesionales de la salud, gestores públicos, activistas sociales, amas de casa, trabajadores, artesanos, sin ninguna cualidad autoimpuesta por razones elitistas.
Y, por otra parte, en el marco de las Ciencias Sociales, la cartografía desborda los límites de los datos geográficos y de salud, a fin de referirse a un proceso colaborativo desplegado ante problemas complejos de distinta naturaleza por los cuales personas de diferentes campos e identidades se reúnen con el objetivo de generar soluciones comunes o identificar caminos de acción conjuntos.
Es decir, la asunción de problemas pasando por las etapas de diagnóstico, intervención y evaluación continua de los procesos desplegados.
Esta perspectiva se relaciona con la idea de "cartografía social" o "cartografía colaborativa", donde se busca crear mapas de conocimiento y recursos compartidos. La cartografía participativa de Paulo Gadotti es una herramienta de empoderamiento y participación comunitaria. Se trata de una metodología que busca involucrar a la comunidad en la creación de mapas que reflejen las diferentes realidades y problemas de sus distintos componentes, con el objetivo de que puedan tomar decisiones informadas y participar activamente en la gestión de sus soluciones.
Esta metodología, contradice todas las tradiciones de sesgo fragmentario utilizadas en la materia que busca construir territorios de trabajo a partir de los activos comunitarios en distintos campos.
Paulo Gadotti es un reconocido pedagogo brasileño, discípulo de Paulo Freire, que ha trabajado en el campo de la educación popular y la alfabetización.
Dichos entes consultivos, la fecha conformados, por dirigentes de jubilados y jubiladas tienen un perfil apendicular y/o testimonial, careciendo en general, de toda potestad para fijar prioridades o incidir en la asignación de fondos de dichas instituciones. En el plano de la atención médica de las personas mayores la cartografía gerontológica permite la identificación y el análisis de los recursos y servicios disponibles en el entorno de las personas mayores, así como de las barreras y obstáculos que pueden afectar su calidad de vida, y puede orientarse a mejorar la accesibilidad y la calidad de los servicios de atención médica.
Cartografías en el seno de la complejidad del envejecimiento
En razón de la interacción constante de los campos social y sanitario, en el proceso de envejecimiento, la cartografía gerontológica, se erige como un puente ancho desde el cual facilitar múltiples intercambios entre elementos de ambos campos.
La dimensión cartográfica facilita la comprensión del marco epistemológico, dado que colabora en la elaboración de categorías conceptuales gerontológicas y por otra parte en su sentido más pragmático se erige como una herramienta metodológica para la intervención en terreno, favoreciendo la titularidad de derechos de las y los mayores.
En la difusa frontera sociosanitaria donde se registran límites borrosos y porosos, la cartografía gerontológica agrega identidad, integración y continuidad a las acciones de los actores en favor del envejecimiento activo y de políticas que detecten y pongan en ausencia, el edadismo de todas las instituciones.
Ante la falta de indicadores cartográficos dentro de los programas y prestaciones echados a andar, los actores involucrados por derecho, deben hacer sonar las alarmas a fin de revisar los actuales fundamentos utilizados y naturalizados en las ofertas de prestaciones y servicios para personas mayores, los que suelen ser pensados por arriba y por afuera de los beneficiarios, de dichas ofertas.
En ese escenario no es difícil imaginar y luego descubrir que en realidad se vienen encarando las actividades gerontológicas, invisibilizando, muchas veces, los problemas relevantes de las personas mayores, con ópticas sesgadas por la fragmentación sobre las que se montaron diagnósticos y desarrollos ajenos a las necesidades de este colectivo etario.
A modo de ejemplo, en nuestro país, se trabajan prioritariamente dimensiones, más ligadas con el autocuidado y se suele poner distancia con el tránsito traumático a la condición de jubilación, los magros montos de los haberes previsionales, las difíciles condiciones para el envejecimiento frágil y dependiente en los domicilios particulares y/o la mala calidad de las internaciones en residencias para mayores.
No se descartan en dichos escenarios la presencia de intereses corporativos, intentado imponer temas de agenda con todos sus desarrollos posteriores extendiéndose desde el campo de la academia, pasando por las asociaciones profesionales y llegando a la generación de incentivos de todo tipo por parte y a favor de los históricos proveedores de prestaciones y servicios.
Suele ocurrir que allí donde se predican derechos se convalidan paradojalmente privilegios y donde se anuncian mejoras programáticas, ocurren sesgos y restricciones… Ante la presencia de la complejidad obrante en el proceso de envejecimiento, la cartografía gerontológica procura la elaboración de diagnósticos integrales, tomando en cuenta, la ineludible existencia de elementos Interdefinibles, los que no pueden ser entendidos ni trabajados en exclusividad por los especialistas en Gerontología.
Por ello la cartografía gerontológica encierra un imperativo ético para generar activos comunitarios en condiciones de participar en todos aquellos campos que se han citado con antelación de modo sintético.
Dicho accionar permite la construcción de una nueva historia, de nuevas narrativas y de nuevos horizontes de sentido, con el recupero del alma institucional de todos los dispositivos abocados a la Seguridad Social, a fin de que el envejecimiento en la República Argentina, merezca ser transitado.
Ciudad de Buenos Aires, 02/01/24
Lic. Roberto Orden
Mgter. en Gerontología Social, por la Universidad Autónoma de Madrid.
Ex pasante en el Instituto Matía de Euzkadi.
Ex jefe de la División de investigación y planificación del Departamento de Normas y Programas de Tercer Nivel (PAMI).
Ex Jefe del Departamento de Coordinación Sociosanitaria de la Gerencia de UGL (PAMI).
Coordinador del Colectivo Gerontológico en ADISAC Sociedad Científica.