Sobre los aniversarios y las intervenciones activa frente al abuso y el maltrato ejercido contra las #PersonasMayores

Junio 15 del año 2023

Posicionamiento ético-político de ADISAC (Colectivo Gerontológico) sobre el Día Mundial de la toma de conciencia del maltrato y abuso contra las #PersonasMayores

El tema de los días mundiales decretados por la ONU, en muchas ocasiones, terminan recordando las experiencias de algunos creyentes que limitan su culto a la asistencia ocasional, los fines de semana, a un templo.

En la oportunidad del Día de la toma de conciencia del maltrato y el abuso a las personas mayores, una gran parte de los integrantes del colectivo gerontológico, nos ceñimos a izar la bandera y compartir encendidos discursos en favor de los Derechos Humanos de las personas mayores.

Luego, seguimos con lo de todos los días, decimos "es lo que hay", y todo continúa como siempre.

No se trata de describir el Edadismo, sino de intentar transformarlo y comprender que es una tragedia enraizada en toda la sociedad, incluyendo a las instituciones de la llamada Seguridad Social, que no es segura ni es social.

El maltrato, el abuso, el edadismo y los microedadismos contra las personas mayores no se limitan a dichos, actividades ni decisiones aisladas encaradas por un grupo minúsculo de la sociedad, sino que son reproducidos por amplios sectores de la misma, incluyendo a sus propios damnificados.

La llamada violencia dulce contra distintos colectivos discriminados encuentra su mayor efectividad en el acatamiento pasivo por parte de las víctimas que la sufren y no se sienten en condiciones de revertirla, sea por temor, la escasez de terceros solidarios, las agudas desigualdades a que someten los tiempos que corren o bien la naturalización de hechos aberrantes por parte de las instituciones oficiales y/o civiles.

El abuso y el maltrato suele encontrar muchas de sus justificaciones en problemáticas tanto económicas (crisis inflacionarias, haberes previsionales exiguos, etc.) como socio-culturales (rechazo a la vejez, culto a la juventud, individualismo exacerbado, etc.).

En los mensajes publicitados se suele reducir la violencia contra las mayores a situaciones de inseguridad urbana pero poco se habla de las otras formas de violentación de carácter estructural e institucional que hacen estragos entre las y los mayores.

Por dicha complejidad, la misma debe ser encarada, a través de acciones de carácter integral en casi todos los campos y en coordinación activa con la lucha seguida ante las otras discriminaciones (por género, raza y/o clase social) que también asolan a nuestra sociedad.

La mirada fragmentaria y monocular de estos problemas, vividos en el día a día por los integrantes de este colectivo etario, conlleva la paradoja de generar nuevos microedadismos.

Por ejemplo, cuando los gobiernos e instituciones del sector hacen pasar la política previsional por el otorgamiento de bonos no remunerativos, sostienen el envejecimiento activo únicamente en prácticas físicas y deportivas, justifican la falta de una política sociosanitaria con acciones de libre elección de profesionales o medicamentos perversamente llamados gratis, y lo que es una agresión sexista, la atención obligada de los mayores dependientes por parte de las mujeres de la casa.

Como hemos venido sosteniendo en documentos previos, corresponde el desarrollo de acciones informativas e intervenciones activas que no disimulen la gravedad y extensión del problema a nuestro entender con Perspectiva de envejecimiento y Geroactivista.

En lugar las discusiones en términos de la grieta, hace falta suturar las enormes heridas en nuestro tejido social y delinear una agenda que articule la mayor cantidad de ámbitos y de actores comprometidos en la lucha frente a toda forma de exclusión sufrida por los y las mayores, según cada peculiaridad local y situacional.

Desde nuestra cosmovisión queremos finalizar estas reflexiones queremos re-pensar las violencias sufridas por dos grupos etarios el de niños/as y el de las personas mayores (que queda retratado en la imagen que adjuntamos), cuyos problemas no pueden entenderse ni solucionarse desde ópticas parciales, sino desde una mirada ancha que tenga por norte la búsqueda de un porvenir para todos los integrantes de nuestra comunidad, que merezca ser vivido con dignidad y esperanza.